Powered By Blogger

domingo, 13 de febrero de 2011

El pub

No con muchas ganas de marcha, salieron a dar una vueltecilla por aquel semifantasmagórico pueblo donde los sábados por la noche, cuando se supone que la gente se mueve, apenas salían los más jóvenes a tomarse algo, tampoco es que los bares se dieran tortas por atraer clientela en estas horas. Dos amigos que hacía tiempo que no se veían y tenían mucho que contarse y planear.
El ambiente del bar, una tasca algo renovada para asemejarlo a un pub, era algo espeso y tristón. Unos amigos jugaban al billar en un lado, otro grupillo disfrutando con el futbolín en otro, alguna pareja por allí y, donde más animaba la cosa, una humilde celebración de boda a base de cubatas, cervezas y bailes con canciones antiguas pero que conseguían animar y hacer reír a los recién casados y amigos.
Un par de refrescos abrieron la noche. La tertulia, como era de esperar, comenzó con un resumen de lo sucedido en este último tiempo profundizando un poco más en lo que más les había llamado la atención. Hablaron sobre estudios, amistades, conocidos, chicas, fútbol, familia... en fin, un poco de todo. La conversación fue bastante entretenida ya que, al conocerse de toda la vida, sabían sobre lo que hablar más y cómo decirlo. La velada estuvo acompañada de saludos esporádicos a amigos del pueblo que pasaban por allí también para intentar dar algo de vida a la noche, pero esa difícil. En los momentos de silencio ambos contemplaban a los de la boda, cómo bailaban emocionados de forma un poco patética al son de música olvidada, esas risas ordinarias que hacían mirar a todo el bar; estos dos se reían desde lejos y comentaban.
Visto lo visto, no tardaron más de una hora y pico en decidir volver a casa. De nuevo se les helaba la cara nada más pisar la calle, la noche era bastante fría. Terminaron de hablar de planes futuros por el camino de vuelta hasta que llegaron a casa. Ahí ya silencio absoluto, todos los demás estaban dormidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario