Powered By Blogger

lunes, 11 de julio de 2011

Un año con estrella

Hace un año. Hoy ya hace un año. Hoy mismo se cumple el primer aniversario del Iniestazo, del día en el que triunfó el buen juego, de cuando el fútbol hizo justicia a veintitrés jugadores que lo elevaron a su máxima potencia y le dieron una belleza muy pocas veces vista. Hoy hace un año que la Selección Española ganó el Mundial de Fútbol, el torneo más importante a nivel de países.

Hace un año que Iker Casillas, capitán de La Roja, levantó el trofeo más ansiado, la Copa de Campeones del Mundo. Este éxito prolongaba el espectacular estado de forma del equipo español tras la conquista, dos años antes, de la Eurocopa. También era el punto culmen de la Etapa Dorada del Deporte Español, que se ha visto plagado de títulos, récords, triunfos y reconocimientos en estos últimos años, colocándonos como una de las primeras potencias deportivas del planeta.

Este mundial fue bastante especial porque fue el primero que se jugó en el continente africano, concretamente en  Sudáfrica, en la punta sur. Esto fue bastante conflictivo debido al alto índice de delincuencia, de la cual fueron víctimas varias selecciones. También fue problemático el estado meteorológico: una alta humedad, frío invernal y lluvias constantes.

España empezó el campeonato perdiendo el primer partido de la fase de grupos por 1-0 ante Suiza de forma inmerecida por un gol de carambola y tras un baño de juego y ocasiones que no se reflejó en el marcador. Esto nos puso en alerta y activó al equipo, que ganó 2-0 y 2-1 ante Honduras y Chile, respectivamente. Empezábamos ya una fase eliminatoria en la que nos enfrentábamos con nuestra vecina Portugal, que llevaba nueve meses sin encajar un gol, a la que superamos por 1-0 con gol de Villa, que ya sumaba cuatro y se proyectaba como aspirante a máximo goleador. Después vino Paraguay, mientras intentábamos no acordarnos de "la maldición de cuartos", Larissa Riquelme animaba a su manera a su país y Manolo el del Bombo seguía recuperándose en España. Otra vez 1-0, fieles a nuestro juego y con un penalti fallado para equipo. Semifinales, ya habíamos hecho historia, nunca habíamos llegado tan lejos, y nos esperaba Alemania, que venía de tumbar por 4-0 a la Argentina de Maradona y Messi y con un saco de nueve goles enchufados por dos encajados. Ni estos pudieron con nosotros, Puyol  metía dentro a Neuer en la portería tras un violento remate de cabeza en un córner botado por Xavi, otro 1-0 con un juego brillante.

Nos frotábamos los ojos, estábamos en la Gran Final, la "Finalísima". Era hasta difícil de creer, decenas de generaciones de futbolistas de gran talento y calidad habían fracasado en el intento, unas veces de forma justa y otras no tanto; nos habían dejado un legado de pesimismo e inseguridad que fue difícil de olvidar, pero con este equipo teníamos fe ciega, ya habían marcado una época. El país entero estaba unido, por una vez dejamos de lado la crisis, el paro, la política, en definitiva, cualquier preocupación, estábamos llenos de ilusión, podíamos lograr algo grande, de esta no pasaba, se nos tenía que hacer justicia por una vez, por todos aquellos que cayeron en el camino.

11 de julio de 2010, nervios nada más abrir los ojos por la mañana. Toda España jugaba ese partido, los telediarios, los periódicos y la radio nos lo recordaba, e íbamos a darlo todo. 20:30 hora española, comienza nuestra final. Holanda comienza con una fuerte presión y con un juego duro y basado en robar y salir a la contra, España quiere jugar a su manera, con mucha posesión y sin prisas. Howardd Webb, el árbitro, fue de buenazo con "los tulipanes" ignorando bastantes tarjetas y permitió su juego brutal. El partido fue muy trabado debido a esta gran presión de nuestro rival, aunque aun así en la primera parte gozamos de ocasiones claras. Descanso. No habíamos dominado en la primera parte y nos pusimos nerviosos, no terminábamos de verlo claro; teníamos fe. En la segunda parte España resurge con fuerza, como en el inicio de la primera, y nos acercamos a su portería con peligro. Robben tuvo en sus botas las dos ocasiones más claras de Holanda: primero, un mano a mano con Casillas que sacó con el talón del pie derecho, corroborando su papel de Santo, y después, otro mano a mano en el que el Casillas le quitó el balón al delantero gracias a que Puyol lo pudo estorbar sin llegar a forzar la falta. También metió Vicente del Bosque a Navas por Pedro y más al final a Cesc por Xabi. Jesús Navas era la frescura que necesitábamos, materializó numerosos ataques por la banda, entre los cuales estuvo la ocasión más clara para los nuestros: centro raso de Navas, la toca Heitinga y se le queda delante a Villa, que la cruza pero se topa con Stekelemburg que mene una mano prodigiosa.
Final de los primeros 90 minutos, media hora más hora más de sufrimiento. De la primera parte destaca el mano a mano de Cesc en el que estuvo algo chupón, ya que tenía a Villa solo a su derecha y prefirió chutar encontrándose otra vez con Stekelenburg, y un remate de cabeza casi a portería vacía de Mathisen tras un malentendido de Casillas con su zaga. Segunda parte, Del Bosque da entrada a Torres por VIlla y empieza a pensar en los penaltis, Heitinga es expulsado por agarrar a Iniesta cuando pisaba el área solo.

Ramos y Puyol le quitan el balón a Elia que intentaba la internada por la izquierda, Puyol la juega con Navas, este se pega la carrera contra el mundo para realizar otro ataque, pasado el medio campo se enreda con dos holandeses y el esférico sale rechazado para Iniesta, la da de tacón para Cesc, este intenta abrir para Torres pero un zaquero toca el balón y le llega a Navas, que ahora si la echa a El Niño a la izquierda, ve el desmarque de Iniesta y se la tira, pero corta Van der Vaart, le cae el balón a Cesc que ve solo a Iniesta le mete un pase con bote, el de Fuentealbilla se la acomoda hacia adelante con la derecha, deja que bote de nuevo, se agarra el césped con la bota izquierda, estira la pierna derecha y engancha el balón, que sale despedido con mucha fuerza y es acariciado por el guante derecho de Stekelenburg y rebota en la red.

Abrazos. Entonces un brillo, una chispa, apareció en millones de ojos. Lágrimas. A partir de ahí todo cambió. España se convirtió en la Campeona del Mundo. Besos. Millones de españoles sintieron una de las mayores alegrías de sus vidas, un empujón en la triste situación en la que se encontraba el país y el mundo. Voces. Subimos el último escalón del Olimpo, nos hallábamos entre los mejores, entre los que han dejado su huella en la historia, se nos condecía la estrella que conmemoraba no solo a las estrellas del fútbol, sino a las que habían conseguido consolidar una constelación cuyo esplendor recordaremos cuando contemplemos el firmamento. Latidos. Veintitrés jugadores afianzaron el orgullo de una nación unida por un simple juego, grabaron sus nombres en la eternidad, serán nuestros primeros campeones, no serán los últimos.

Se cumple un año de felicidad, un gol que seguirá poniéndonos el vello de punta y hacer que nuestros corazones latan con fuerza notoria.

lunes, 30 de mayo de 2011

A lo mejor ya ha dejado de estar mal

Este fin de semana ha transcurrido con normalidad la duodécima edición del Gazpacho de asociaciones en Minas de Riotinto. Sol, cervezas, música, tapas, ambiente, risas, botellón, chuches, bailes... Todo dentro de lo esperado, una fiesta como otra cualquiera. Aunque en todos sitios hay gente que desentona.

Llega el momento clave, domingo por la tarde, y delante del escenario, donde suena música que ameniza los festejos, aparece un hombre borracho sin camiseta y con la espalda ladeada (no sé si por el alcohol o por enfermedad). Dicho señor hace intentos de bailar moviendo su cuerpo de forma descoordinada, casi poseído, en la pista de baila bajo la atenta mirada de decenas de espectadores. Todos los allí presentes, como es normal (¿normal?), reían y disfrutaban de show, que no todos lo días se puede uno mofar de un alcohólico. Los más peques lo imitaban y se lo pasaban en grande; los adolescentes se partían de la risa, quién es capaz de aguantársela; y los mayores lo comentaban entre risillas pero no le daban más importancia. La gente permanecía alrededor contemplando el espectáculo vespertino, imperdible. El hombre este se acerca a sus fans y estos corren como si de un monstruo de feria se tratase; continuaban riendo. Y ya cuando se cae al suelo es el momento culmen, empezan a aparecer móviles para congelar este memorable día. No se imaginan lo gratificante que humillar a una persona, y más si tiene problemas con el alcohol; en serio, no pueden hacerse una idea.

Pero vamos a ver... ¿dónde está la dignidad personal? ¿Dónde coño está el humanismo? Aún no me termino de creer cómo la gente se ríe de un enfermo. ¿En serio no se dan asco? No doy crédito a lo que he visto. No pido que nadie se acerque al hombre y lo lleve a su casa a acostar o le ayude de alguna manera, pero de ahí
a que se burlen de él me parece demasiado. Ni un solo padre o adulto que le dijese a lo niños, por lo menos a los niños, que no está bien reírse de una persona; a lo mejor ya ha dejado de estar mal. ¿No quedan ya valores o unas normas morales mínimas en el mundo de hoy? Si de verdad lo de hoy es la puesta en práctica de una moral que nuestros padres nos han dejado en herencia y nuestros profesores, como educadores también, nos han transmitido, gracias pero dejo de creer en esto, apago y me voy. Espero no volver a presenciar esta repugnante escena nunca más y les deseo a todos los risueños que vieron el show que no tengan que pasar por esta humillación jamás, porque nadie la merece, aunque parece que tienes que vivir las cosas para darte cuenta de su importancia y valor.

jueves, 7 de abril de 2011

¿De verdad merece la pena?

Es muy cierto que la sociedad española se está viniendo abajo, y que lo está haciendo derrumbándose ella misma, tirando por tierra dos de los pilares más importantes de una nación, la política y la juventud. La política es el arma que rige la identidad y las directrices a tomar en el momento presente, la juventud es la encargada de observar, ayudar a corregir, aprender y abrir nuevas vías con el espíritu emprendedor propio de la edad.

La política, en estos tiempos de crisis, está consiguiendo aburrir y exasperar al pueblo gracias a la toma de un cúmulo de decisiones erróneas que no nos están ayudando en demasía a salir de esta situación. Los partidos dirigentes juegan a echarse la culpa unos a otros sobre las cosas que hace uno y las que hizo el otro, aprueban leyes absurdas (¡vaya por Dios, en eso sí se ponen de acuerdo!) que restan libertades a los ciudadanos y que los ahogan más en sus pozos de miserias y problemas. Han congelado los sueldos de los funcionarios (vale, está bien, es necesario), pero los suyos no los han congelado, ¿no sé suponen que ellos también son funcionarios ya que trabajan para el Estado? Nos han limitado la velocidad en autopistas y autovías a 110km/h para ahorrar combustible (no tiene mucho sentido pero algo, solo algo, se ahorra) y nuestros tan útiles (entiéndase la ironía) eurodiputados han rechazado una enmienda para volar en clase turista, para ahorrar también ¿no? Y ahí el señor presidente no mete un decretazo como tanto le gusta hacer. Todo esto y mucho más ha creado en el país una sensación de haber entrado en un absurdo, donde hagas lo que hagas, votes a quien votes, será igual de incompetente y hará lo que le de la gana al partido y los altos mandos de este nuestro querido país.

Y si acabo de decir que la política aburre y exaspera, de la juventud tengo que decir que avergüenza, que ha perdido mucho, que deja en evidencia muchas cosas en este país. Una cifra impensable de jóvenes se encuentra en el paro, ¿a qué se debe? Uno: a que no están estudiando, dos: a que no tienen una buena cualificación, tres: a que no tienen valores, no existen una motivación que les empuje, cuatro: a la crisis actual. Conforme avanzan los años aumenta el número de adolescentes que dejan el instituto sin tener el graduado (hoy en día en los institutos para adultos hay más jóvenes de unos veinte años), buscan, cuando las buscan, las salidas fáciles, el negocio del tito, un PCPI, el campo... La laicización tan repentina y rápida que ha sufrido España tras liberarse de la dictadura franquista ha traído consigo una pérdida de valores y creencias totales que permiten que no haya nada por lo que luchar, si todo les da igual, ¿por qué tienen la necesidad de estudiar en vez de pasar ratos agradables de despreocupación con los amigos? Esto tiene unos culpables claros: papi y mami; esos entrañables seres que de jóvenes salieron de la dictadura y no supieron utilizar la libertad de la que al fin podían disfrutar dando lugar a generaciones de inútiles que están tirando por tierra lo poco que ha llegado ser España en estas últimas décadas. Y si encima de esto, la porción de la juventud que tira para delante ve en los mayores un ejemplo catastrófico de comportamiento solo falta que estos también se desmotiven, como ya está ocurriendo, y pierdan la fe en la política, donde solo encuentran mentiras e injusticias.

¿Merece la pena que montemos este circo a día de hoy? Sinceramente me parece muy ridículo todo lo que se está dando en la sociedad actual, las cosas con dificultad alcanzan un grado estimable de coherencia y a todos nos da igual, ya habrá alguien que lo solucione. ¿Quién? Posiblemente mi generación y las cercanas. Dios quiera que estemos preparados para afrontar el momento en el que cojamos el testigo y podamos hacer las cosas con un poco de sentido común, que esto puede ser algo maravilloso y nos empeñamos en hacerlo mal.

domingo, 27 de marzo de 2011

Miles de maneras

Ya ha comenzado la carrera. Miles de millones de plantas y árboles emprenden un corto e intenso trayecto para crecer, expandirse, reproducirse y vivificar el paisaje en el que se hallen. Ahora se adornan los balcones de preciosos y coloridos trocitos de vida, ahora salen de nuevo los animales de sus refugios invernales, ahora las tardes se hacen más largas, ahora vienen las lluvias en días de calor, humedad asfixiante.
A partir de estos días las fiestas aumentan como la espuma de una cerveza en lata movida. Las chicas están ansiosas por llevar puesta camisetas escotadas y prendas finas, casi translucidas, que se adhieran a su piel y resalten sus delicadas e insinuantes líneas. Los chavalitos, a cada cual más gallito, ya no aguantan más sin poder exhibir sus brazos y sus torsos marcados por una musculatura, a veces artificial, con la que embelesarán, creen ellos, a las chiquillas.
Empieza a apetecer salir de casa, respirar el aroma de las flores del campo, de los jardines; un paseo a media tarde acompañado de alguien que te haga sonreír con el simple hecho de mirarte. Pero no te equivoques, es bastante embarazoso que un alma persiga a otra que no le corresponda y se den situaciones de incómodos silencios y diálogos breves, tajantes y nefastos, que no llevan a ninguna parte.
Las personas buscan ser felices. Es cierto que quien no arriesga no gana, pero si sabes que te vas a llevar tortas hasta en el carné de identidad, no hace faltar darle muchas vueltas al coco para saber que hay que salir por algún callejón de ese pequeño tormento en el que te encuentras. Hay miles de maneras, que no se te meta entre ceja y ceja una que no te va llevar a nada bueno, dale un giro a la situación. Te sentirás mejor.

jueves, 17 de marzo de 2011

El nombre del viento

"Quizá la mayor facultad que tiene nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades.
La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona la distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse y desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta.
 La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que 'el tiempo todo lo cura' es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas.  El resto están escondidas detrás de esa puerta.
La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde detrás de la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.
La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado." 
Esta es la parte de El nombre del viento que más me ha llamado la atención. El libro en sí es extraordinario: la historia es fascinante y la forma de contarla magistral. Un libro que mezcla magia y realidad, objetividad y subjetividad; todo entremezclado creando una aventura jamás conocida. La única pega que le pongo es que al ser el primer libro de una trilogía la historia no queda cerrada, que es lo que ahora mismo más ansío... el libro engancha bastante.
Magnífico Patrick Routhfuss.

domingo, 20 de febrero de 2011

Desconectar

- Hola - dijo con una voz un poco seca.
- Hola - respondió acompañando esta simple palabra con una cara agradable.
- ¿Te has enterado de algo ahora? Porque yo más bien de poco -y suspiró-.
- Yo de algo sí -dijo tras una risilla tonta-. Perdona tengo un poco de prisa. Hablamos luego.
- ¡Espera! -se sonrojó un poco al advertir que había levantado mucho la voz-. Quería preguntarte si tenías que hacer algo esta tarde, para quedar y dar una vuelta. Si te apetece vaya.
La chica se quedó casi petrificada, no se imaginaba que pudiera preguntarle eso. Se ruborizó. Como notó que estaba tardando demasiado en pensar se apresuró a decir con nerviosismo:
- Lo siento, estoy bastante liada. Me encantaría, de verdad. A ver si lo hablamos para la semana que viene, ¿vale? Venga, hasta luego -terminó esta frase mientras se giraba para salir con un poco de prisa-.
- Adiós.
Sus ojos, de un tono marrón claro, prácticamente como la miel, se quedaron clavados, mirando fijamente a la nada, solo visualizaba cientos de pensamientos que se aglomeraban en su cabeza. Agachó la cabeza y empezó a mover los ojos de forma involuntaria; lo hacía cuando pensaba con detenimiento. Ya no quedaba nadie más en la clase y el murmullo de la muchedumbre que ansiaba salir de allí se iba apagando. Aunque un chico andaba a contracorriente para ir a por lo que se había dejado atrás.
- Hoy haces noche en el instituto, ¿no?
- ¿Qué?-dijo una milésima de segundo antes de que se enterase realmente de la pregunta. Después sonrió débilmente-.
- Desde luego que cada día estás más empanado. Vámonos antes de que nos cierre el conserje surmanoh -dijo mientras señalaba con la cabeza la salida-.

- Bueno Robertito, ya hablamos esta tarde por Tuenti o algo. Bye.
- Hasta luego.
Roberto había conseguido evadirse de los pensamientos que zarandeaban su cabeza hasta que volvió a quedarse solo para andar el último trecho hacia su casa. El camino se le hizo más corto de lo normal, no le dio tiempo a pensar todo lo que hubiera querido antes de incorporarse de nuevo a un ambiente más ruidoso.
Llegó a casa. Saludos, un breve resumen de los más destacable del día, una comida rápidita para aislarse de nuevo y un correcto "ya he terminado, me voy a mi cuarto". Tras saludar a su hermano pequeño, que tenía montado un auténtico campo de batalla en su habitación, se metió en su reducido santuario: paredes llenas de postes de famosos, de esa gente con la que sueña ser cuando no se para a pensarlo mucho. Ahora para relajarse un poco puso el ordenador: Tuenti, Messenger, música y unos cascos. Desconectar del mundo era lo que más necesitaba: hablar sobre banalidades con los colegas, reírse, leer algún periódico, escuchar canciones con las que no pudiera evitar cantar, ver las últimas fotos de sus amigos... Simplemente ese momento en el que te da un poco bastante igual de todo, no miras la hora y estás a gusto con todo, pues nada te importa lo suficiente como para preocuparte, en ese momento ni se te pasa por la cabeza pensar en cosas serias. Ojalá esto fuese eterno.


El móvil sonó con tanta fuerza que se incorporó de golpe y tanteó la mesita lo más rápido que pudo para apagarlo. Debía espabilarse si no quería llegar tarde al partido. Desayunó algo no muy pesado pero que lo nutriese bien. De camino al pabellón se iba acordando de todo lo que había soñado. "Es de locos, ni siquiera tengo un hermano pequeño", pensó. Pero ahora no tenía tiempo de entretenerse en tonterías, tenía que mentalizarse en el partido, solo eso, salir a ganar.

jueves, 17 de febrero de 2011

No te encadenes

La verdad es que nos conocimos un año que coincidimos de Erasmus en Milán. Justo ahora que me estoy aficionando por el rock viene U2 a la ciudad. ¿Por qué cuando me van las cosas bien tiene que venir alguien y joderlo? Cristina, sí, la que estaba en mi clase en preescolar y se fue a vivir a la ciudad, pues está en mi clase en la universidad, aún no me lo creo.
Una de las cuestiones a la que una persona da más vueltas en su cabecita durante su vida es la relación y sucesión entre los acontecimientos que le ocurren a lo largo de su corta existencia. A esta progresión de hechos que nos suceden de una forma impensable y extraordinarias para nosotros solemos llamarla Destino. "El Destino quiere que sea médico" podemos llegar a decir si una serie de cosas que vivimos nos hace pensar que estamos dotados con facultades sobre medicina. Es decir, que el Destino nos ha puesto unas situaciones determinadas para que nos decantemos por estudiar la carrera de medicina.
Pero, ¿qué es el Destino y quién lo rige? Entendemos que el Destino dicta nuestras vidas, por lo que alguien o algo ha escrito una especie de guión del que no podemos salirnos. ¿No se parece esto demasiado a las sociedades feudales teocéntricas en la que se nos obligaba a no salirnos de los designios de Dios? Señores, hemos salido de eso para entrar en una desgana y en una desmotivación, peores que una obligación, de querer salir de la creencia de que la vida está escrita. Si te obligan a pensar así tiene un pase porque no te dejan actuar, pero si eres libre es muy triste que te encadenes de esa manera y lo veas todo rutinario y sin entusiasmo.
Algún erudito habrá sentenciado que las cosas pasan "porque tienen que pasar". No obstante, yo pregunto: ¿la historia del mundo gira en torno a una línea recta? ¿No tiene más sentido que las cosas surjan por la mera y simple interacción y cruce de unas vidas con otras? A mí me resulta más lógico pensar que nadie avanza en su vida en línea recta, sino que estamos en un laberinto que cambia de forma a cada rato, por lo que se cruzan, se cortan, se ensanchan y un largo etcétera los caminos. Estamos influidos por todo con lo que hemos tenido contacto, ya sea para rechazarlo o para imitarlo, y que cada acto voluntario e involuntario de todas y cada una de las personas de este mundo, las que llegan, las que permanecen y las que se van, pueden tocarse en un sinfín de situaciones que pueden darse con total naturalidad.
Así pues, mi sincera opinión es que el Destino de cada individuo es el que él mismo, de forma individual y con pinceladas de ciertas personas, quiere que sea. El hecho de que tu padre y tu abuelo sean pintores no significa que tú lo vayas a ser. No hay que dejarse llevar tanto por eso, se debe experimentar un poco de todo, siempre con conciencia de lo que se hace, y decantarse por lo que a uno le llame más la atención y le atraiga de forma más especial, siempre desde el respeto y la tolerancia pero sin dejar que nadie te controle.

domingo, 13 de febrero de 2011

El pub

No con muchas ganas de marcha, salieron a dar una vueltecilla por aquel semifantasmagórico pueblo donde los sábados por la noche, cuando se supone que la gente se mueve, apenas salían los más jóvenes a tomarse algo, tampoco es que los bares se dieran tortas por atraer clientela en estas horas. Dos amigos que hacía tiempo que no se veían y tenían mucho que contarse y planear.
El ambiente del bar, una tasca algo renovada para asemejarlo a un pub, era algo espeso y tristón. Unos amigos jugaban al billar en un lado, otro grupillo disfrutando con el futbolín en otro, alguna pareja por allí y, donde más animaba la cosa, una humilde celebración de boda a base de cubatas, cervezas y bailes con canciones antiguas pero que conseguían animar y hacer reír a los recién casados y amigos.
Un par de refrescos abrieron la noche. La tertulia, como era de esperar, comenzó con un resumen de lo sucedido en este último tiempo profundizando un poco más en lo que más les había llamado la atención. Hablaron sobre estudios, amistades, conocidos, chicas, fútbol, familia... en fin, un poco de todo. La conversación fue bastante entretenida ya que, al conocerse de toda la vida, sabían sobre lo que hablar más y cómo decirlo. La velada estuvo acompañada de saludos esporádicos a amigos del pueblo que pasaban por allí también para intentar dar algo de vida a la noche, pero esa difícil. En los momentos de silencio ambos contemplaban a los de la boda, cómo bailaban emocionados de forma un poco patética al son de música olvidada, esas risas ordinarias que hacían mirar a todo el bar; estos dos se reían desde lejos y comentaban.
Visto lo visto, no tardaron más de una hora y pico en decidir volver a casa. De nuevo se les helaba la cara nada más pisar la calle, la noche era bastante fría. Terminaron de hablar de planes futuros por el camino de vuelta hasta que llegaron a casa. Ahí ya silencio absoluto, todos los demás estaban dormidos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Paranoia sociológica

Es posible que lo que voy a escribir a continuación provoque que me tachéis de friki, pero no tengo más remedio que preguntar esto.
Ahora que estoy estudiando sociología, realmente me estoy dando cuenta de muchas cosas interesantes que antes pasaba por alto. Os presento el siguiente planteamiento:
Según la sociología, la sociedad influye y determina nuestros actos, actuamos según las pautas sociales, y nuestra conducta humana no es tan individualista como podríamos pensar. El sociólogo Emile Durkheim (1858-1917) hizo un estudio sobre el suicidio demostrando que un acto tan íntimamente personal como el suicidio estaba determinado sociológicamente. Esto me hace plantearme las siguientes cuestiones:

  • - ¿Por qué se castiga al asesino individualmente?
  • - ¿No se supone que actúa según las pautas de su entorno social?
  • - ¿No deberían buscarse más responsables?

Es cierto que no es lo mismo matar a alguien que matarte a ti mismo. Pero sí es verdad que ambos casos tienen detrás toda una masa de formas de pensar, maneras de entender, de valores, de opiniones, etc., que han presionado a estas personas hasta el punto de hacer lo que han hecho.
Me gustaría saber vuestra opinión sobre eso. Muchas gracias.

sábado, 29 de enero de 2011

Últimos suspiros

El espíritu abatido forcejeaba a duras penas aunque no se dejaría vencer así como así. No existía un aliciente mayor que el de luchar por mantenerse un día más, una hora más, un solo minuto más. Era una ánima que no flaqueaba antes cualquier adversidad, muchos habían sido los golpes que había recibido, las heridas que se la habían abierto, las lanzas que la habían atravesado… pero no menos las veces que se había puesto de pie y mirado a los ojos a lo que tenía en frente, que en ocasiones no fue poco. Pero realmente, ahora todo era distinto.
Aquel esmirriado cuerpo casi adherido a las sábanas apenas mantenía los ojos abiertos. Delante de su mirada perdida pasaban los recuerdos más tiernos y más horribles de su vida, pero que afrontaba noblemente con aires de orgulloso respeto. Aunque existía uno que le quebraba el corazón, algo que no supo superar nunca, le paralizaba todo el cuerpo ver la imagen de la mujer más preciosa que jamás conoció, a la que le entregó su vida, quedarse sin aliento por una bala perdida mientras caminaban de la mano. Se le venían a la mente el horror de sus caras ante la incredulidad de lo ocurrido, los gritos de histeria aun sonaban en su cabeza y sentía las húmedas gotas del las lágrimas más sinceras. Ya no podía llorar cuando recordaba eso, no tenía fuerzas.
Entre cables conectados a su cuerpo y cubierto de una fino lienzo pasaban los, que auguraba como, últimos momentos de su corta existencia. Cada inspiración y espiración le suponía un sobreesfuerzo que le dejaba dolorida las costillas y los pulmones. Allí permanecía un alma noble, que esperaba la muerte con la frente alta, expectante a la puerta que se le abriría, con los ojos brillantes ante la emoción de volver a ver a su esposa. Únicamente la soledad podrá contemplar este hermoso momento.

martes, 18 de enero de 2011

Lo conseguirás recordar

Hoy es una de esas mañanas en la que sin ningún motivo aparente te levantas de la cama casi de un salto, sin remolonear, sin pesadez, con una extraña y repentina ilusión. Miras por la ventana y un hormigueo se desliza por tu barriga presintiendo que este día no es el rutinario y aburrido que tu esperabas, las cosas están cambiando y tú no has movido un dedo.
Sales a la calle y notas que el viento te cierra un poco los ojos, pero enteros no, no te puedes permitir el lujo de perderte ni el más mínimo detalle de la jornada que comienzas lleno de vitalidad, de espíritu. Una implacable sonrisa te acompaña y se refuerza tras cada diminuto paso que das en este enorme planeta.
Ahora te toca buscar un sitio donde puedas olvidar todo para abrirte a otro todo que te deje absorto del Sol que atraviesa el oscuro cristal de tus gafas para rozarte el colorido iris que reluces sin esfuerzo. El lugar es perfecto. Fresca hierba verde sobre la que tumbarte sin más preocupación que romper las cadenas de tu pensamiento, que pasa los días y los días ocupado con realidades poco trascendentales en la. mayoría de los casos. Con las manos en la nuca y observando los desplazamientos y las formas de las nubes.
Solamente te despista la risa de unos niños que corretean de un lado para otro, ellos no son presas de la madurez. Te vuelves a centrar en las nubes para retomar una línea de pensamientos e ideas que te alejen del mismo suelo...
Te incorporas de una manera brusca. Has pensado algo, no logras recordarlo, pero la sensación que te recorre el cuerpo es inmejorable. Sin poderlo remediar sonríes. Intentas volver a la línea de pensamiento para llegar al punto en el que quisiste parar el tiempo para gozar de ese instante efímero pero supremamente agradable. No lo consigues y te muerdes el labio nervioso. Un sentimiento único te tocó el alma, recordaste cuando llegaste corriendo a tu abuelo y te cogió en brazos, cuando tu madre te besaba en la frente antes de dejarte dormir, el último pétalo que dictaba que tu amor imposible sí te quería, el abrazo tras reencontrarte con un antiguo amigo, la caña que sacaba el pez del lago.
Te levantas, radiante, ya nadie te puede decir que no, todo es demasiado bueno. De vuelta a casa sigues pretendiendo encontrar lo que te provocó aquella sensación aun presente. Crees que no pudo ser algo demasiado importante, de ser así te acordarías. Aunque ¿qué tontería te puede producir todas esas cosas? Bueno, ya da  igual, te has dado por vencido.
Tumbado en la cama, mirando el techo de tu habitación, revives esa intensa felicidad durante unos segundos. Mueves las piernas y el resto del cuerpo por la inquietante alegría. Sueñas con revivir ese momento, piensas que ha sido uno de los mejores de tu vida. Ya se te han cerrado los párpados .Has vuelto a sonreír, ¿has logrado soñar con ese instante de inmensa felicidad?

martes, 11 de enero de 2011

Balón de Oro 2010

Y el Balón de Oro es para... ¡LEO MESSI!
Sí, ese es el instante antes de que a millones de españoles se nos quedara cara de bobos frente al televisor, la radio y la pantalla del ordenador. Correcto, ese es el momento antes de que empezásemos a preguntar a los que teníamos alrededor si había dicho que Messi era el mejor jugador de 2010. En efecto, esa es la frase que destrozaba todas nuestras ilusiones para transformarlas en quejas, frases de incredulidad, insultos contra la FIFA, etc.
Así pues, se ha considerado como mejor jugador del mundo de 2010 a un hombrecillo que ha ganado la Bota de Oro por ser el máximo goleador en la temporada 2009/2010, campeón de Liga y campeón de la Supercopa de España. Messi tiene unos números alucinantes, no se puede negar. Pero, ¿quién está detrás de Leo? ¿Quién le ponía los balones para que los empujase, eso sí, con un toque magistral?
La repuesta a las preguntas anteriores es clara, Xavier Hernández y Andrés Iniesta.
El primero, Xavier Hernández, el constructor, el cerebro de España y del Barça, el hombre por el que pasa todo el fútbol de su equipo, que es nombrado mejor jugador del partido encuentro tras encuentro. Xavi es el jugador entorno al cual ha girado el juego del mejor Barça de la historia y de la España que ha ganado una Eurocopa y un Mundial en dos años. Humphrey Bogart  (como le decía Andrés Montes) tiene una trayectoria profesional impecable culminada con el Mundial de Sudáfrica 2010.
El segundo, Andrés Iniesta, el Sweet Iniesta, Don Andrés, el mediapunta que completa el mejor centro del campo del mundo, el de España y el Barça. Iniesta es un jugador que ha sido muy determinante con el gol en la Final de Sudáfrica, consiguiendo no solo el título de Campeones del Mundo, sino haciendo que un país se olvide de crisis, política, sociedad, y se una por primera vez desde hace años para celebrar algo. A parte del Mundial, "El caballero pálido"  no ha dejado indiferente a los aficionados que han degustado su calidad, siempre añade un toque mágico a cada jugada.
Otro serio candidato que ha sido desprestigiado es Wesley Sneijder. Este año ha llevado de la mano con su juego al Inter de Milan al triplete, ha sido el hombre de confianza de Mourinho en el campo, ha sido el cerebro y eje de los neroazzurro. También ha  elevado a Holanda a un nivel de juego capaz de ganar el Mundial de no ser porque se ha encontrado en el bando contrario la mejor manera de jugar al fútbol posible.
Tras otro año, a los españoles no nos queda más que resignarnos tras el reconocimiento como mejor futbolista del año a un extranjero. Porque si a Raúl no le dieron el Balón de Oro porque no consiguió nada con su selección, ¿que más da que Messi no marque con Argetina y Alemania le meta 4-0?
Algo raro vuelve a oler en la FIFA. Esperemos que algún año un futbolista español gane la Liga, la Champions, el Roland Garros, la Copa del Rey, el anillo de la NBA, los 100 metros lisos, el Mundial de fútbol, el Mundial de hockey, la Supercopa de Europa, la Copa de los Maestros de tenis, el PokerStar de Europa, la Supercopa de España,  el Dakar... para ver si así consigue el negado Balón de Oro.

jueves, 6 de enero de 2011

El 5 de enero

5 de enero. Millones de niños corren la suerte de levantarse y vivir un nuevo día. Un día que desde su inicio impone el nerviosismo en todas las pequeñas criaturitas que ansían la llegada de la tarde para comenzar uno de los momentos más alucinantes de sus cortas vidas.
Ya han comido y se han lavado los dientes. Empiezan a reprender a sus padres para que terminen su comida y poder dirigirse hacia la Cabalgata, donde les aguardan una experiencia que podrán recordar con una inocente sonrisa.
Llega la hora, los padres buscan los abrigos a la vez que intentan detener a sus pequeños de su salida en picado hacia la calle. Ahora sí, ya los niños sienten el frío viento en el trozo de la cara que la bufanda no consigue tapar. Ya de lejos oyen el murmullo del resto del pueblo, ya se acerca el momento, va a dar comienzo la Cabalgata de los Reyes Magos, impuntual como todos los años, pero, ¿y eso qué más da? Ya están saboreándolo.
Se ve a lo lejos una carroza, detrás otra y otras más detrás. Un aluvión de caramelos impacta contra el suelo y todos los niños, y los no tan niños, se agachan para recogerlos. Aun no han guardado los que tienen en la mano cuando han caído más caramelos todavía. La sensación es increíble, la felicidad se trasparenta en sus caras. Los bolsillos están llenos y las lenguas se van haciendo al dulzor de la merienda de hoy. Ahí vienen Sus Majestades de Oriente, esbozando una sonrisa que responde a las de sus cientos de aclamadores, tirando más caramelos, pelotas, regalos varios y sobres que pueden esconder un premio canjeable tras la cabalgata. Este es el momento en el que los padres tienen que involucrase en el bullicio para conseguir algún detalles para sus hijos.
La tarde trascurre siguiendo el recorrido de las carrozas por todo el pueblo con el acompañamiento de villancicos, cohetes y aire de fiesta, aspirando a conseguir más caramelos, más juguetes, más todo.
Las carrozas se están recogiendo y no queda mucho más por ver allí. Durante el camino de vuelta a casa los chiquitines hacen recuento de caramelos y relatan a sus padres sus batallas épicas por conseguir una pistolita o un collar de princesa.
Por fin en casa de nuevo, piensan agotados los padres. Los niños, cuyos estómagos le piden algo solido, se sientan a la mesa para una cena que culmina con el roscón de reyes, en el que esperan no encontrarse con la haba y poder dar con el muñeco para coronarse reyes y reinas de su fabuloso mundo.
Tras una comida que no ha conseguido tranquilizarlos se van a la cama con más ganas que nunca. Preparan sus despertadores para despertarse de un salto a esa hora a la que sus padres tienen que sacarlos de la cama con esfuerzo un día de colegio, pero claro, la mañana siguiente sería más especial aun que el día de hoy. Ya han cerrado muchos los ojos, los más nerviosos no son capaces aunque ya se están haciendo los dormidos por si vienen los Reyes para que no lo pillen despierto y no se lleven sus juguetes.
Ahora ya sí, ya no queda ni uno despierto. Este es el momento para que Sus Majestades actúen, hagan iluminar radiantes sonrisas dentro de pocas horas, guardéis el secreto, la más tierna mentira, necesaria, inquebrantable, que permite hacer de esta, una noche mágica.